El Reiki es como un regalo de los dioses, su simpleza es sorprendente, su capacidad inimaginable. El verdadero fuego de Prometeo. Un legado a la humanidad que pasa casi desapercibido y desconocido.

En este taller que te propongo recibirás la primera sintonización, lo que balancea y armoniza tu cuerpo energético, físico, emocional y mental, despertando las capacidades naturales de sanación de todo ser vivo.

Para esta iniciación del Primer Grado no se requiere ningún requisito particular, solo tu deseo de autoconocimiento y de armonía personal y de la de los demás.

20 de Noviembre

10:00 a 19:00 h

Ama Centro de Yoga Tenerife

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Hemos desechado de nuestra vida lo mágico y lo misterioso y hemos reducido nuestras vivencias al marco de lo permitido por los confines de lo limitado del racionamiento y lo lógico, dos parámetros importantes para lo cotidiano, lo técnico, pero fuera de esos confines mora lo que hemos mutilado y borrado de nuestro entorno existencial.

La ciencia es el resultado de la observación a través de los sentidos, del campo fenomenológico que tiene aplicaciones prácticas sobre la materia. Lo que la ciencia no puede ver o probar lo consideramos imposible, pero justamente ahí empieza la entrada al bosque, ese lugar que aparece en los cuentos de hadas y las historias místicas, un espacio desconocido, misterioso y a veces sobrecogedor para nuestra mente consciente. Adentrarse en él nos lleva al silencio, a lo no familiar, a lo asombroso.

Descubrí el Reiki en el año 1999 y reconozco que es uno de los mejores regalos que se me hayan otorgado.

Redescubrí la habilidad que tienen nuestras manos para sanarnos pero, que a fuerza de desmitificarla y archivarla en el ámbito de lo supersticioso, la desterramos y nos privamos de unos de los dones innatos humanos, el magnetismo del “prana” o “energía universal” encausado a través de nuestras manos y al toparme con aquella corriente perenne que de una u otra forma logró esquivar la inquisición de los siglos “industriales” y llegar a nuestros días por los caminos secundarios por los que siguieron dando pasos los sabios inquietos, intrépidos e indomables, quienes han estado rescatando y trayendo la antorcha de las disciplinas condenadas al olvido por la ceguera de lo “correctamente racional” a nuestros días.

Desde entonces he permitido que el Reiki esté presente cada día en mi vida, generalmente como medida preventiva y de sanación y doy fe de los maravillosos resultados que he conseguido gracias a él.

El Reiki es un regalo de la vida, que debería formar parte de nuestra cotidianidad, algo tan necesario y vital como el respirar.

El Reiki aportó a mi vida una fuente inagotable de renovación y auto conocimiento.

Gracias a quienes recuperaron esta maravillosa herramienta ancestral y la trajeron a nuestra vida.